Almazara: El Corazón de la Elaboración del Aceite de Oliva

El aceite de oliva virgen extra, conocido por muchos como el «oro líquido», es un producto esencial en la dieta mediterránea, apreciado tanto por sus beneficios para la salud como por su sabor. La joya detrás de la producción de este preciado líquido es la almazara. Desde la antigua Grecia hasta nuestros días, la almazara ha evolucionado, pero su principal función, extraer el aceite de oliva, permanece intacta.

 

 

¿Qué es una Almazara?

Una almazara es el lugar donde se extrae el aceite de oliva a partir de las aceitunas. Históricamente, las almazaras eran molinos o prensas que se empleaban para exprimir la aceituna. Sin embargo, hoy en día, el término almazara se refiere a todo el establecimiento que procesa la aceituna y extrae el aceite. Las almazaras modernas se han adaptado a los avances tecnológicos, utilizando maquinaria de acero para mejorar la eficiencia del proceso y garantizar la pureza del aceite.

Historia de la Almazara

Las almazaras de aceite, como las conocemos hoy, tienen una rica historia que se remonta al siglo VI en la antigua Grecia. Fueron los griegos quienes comenzaron a cultivar olivos a gran escala y a utilizar las almazaras para extraer su valioso aceite. Desde entonces, las almazaras han ido evolucionando y perfeccionándose, adaptándose a los avances tecnológicos y a los cambios en las prácticas agrícolas, hasta llegar a las modernas instalaciones que conocemos hoy.

Las Almazaras Tradicionales y Modernas: Una Evolución Histórica

Las almazaras tradicionales solían emplear técnicas mecánicas de extracción. Para extraer el «oro líquido» de las aceitunas, se utilizaban molinos de piedra y prensas. La aceituna se trituraba hasta obtener una pasta, que posteriormente, se prensaba en capachos o cestas, separando así el aceite de oliva virgen extra del alperujo (mezcla de agua y sólidos). Este proceso, aunque laborioso y de eficiencia relativamente baja, permitía obtener un aceite de oliva virgen extra de sabor y calidad excepcionales.

Sin embargo, el avance de la tecnología y el aumento de la demanda de aceite de oliva impulsaron el desarrollo de las almazaras modernas. Estas instalaciones adoptaron nuevas maquinarias y métodos para mejorar tanto la eficiencia como la calidad del aceite de oliva. Uno de los avances más significativos fue la introducción de los sistemas de extracción en frío, que permiten preservar mejor los compuestos saludables de las aceitunas, como los polifenoles y los ácidos grasos monoinsaturados, y mantener intacto el sabor y aroma característicos del aceite de oliva virgen extra.

Las almazaras modernas reemplazaron los molinos de piedra por molinos de martillos y discos metálicos, logrando una molienda más rápida y eficiente de las aceitunas. Además, la incorporación de centrifugadoras de dos y tres fases facilitó la separación del aceite del alperujo y del agua de vegetación de una manera más efectiva, sin necesidad de prensar la pasta en capachos.

 

 

Estos avances tecnológicos reflejados en las almazaras modernas han permitido mejorar la calidad del producto final. Además, el menor tiempo de molienda y extracción reduce el riesgo de oxidación y deterioro del aceite, lo que se traduce en un producto más fresco y con mejores características organolépticas.

Por otra parte, es crucial reconocer que las almazaras tradicionales siguen siendo fundamentales en la elaboración de AOVE de alta calidad. Existe un resurgimiento en la producción artesanal de aceite de oliva, ya que muchos productores y consumidores valoran el sabor auténtico y la tradición que implica el uso de técnicas tradicionales. Así, las almazaras antiguas y modernas coexisten en la actualidad, cada una con su aporte singular a la producción del preciado aceite de oliva virgen extra.

 

Almacenamiento y Conservación del Aceite en la Almazara

Una vez extraído el aceite de oliva en la almazara, se almacena en depósitos de acero inoxidable. Estos depósitos mantienen el aceite a una temperatura constante, protegiéndolo de las fluctuaciones de temperatura que podrían afectar su calidad. Asimismo, el acero inoxidable no reacciona químicamente con el aceite, lo que garantiza que el sabor y las propiedades del aceite se conserven intactos.

Las almazaras de aceite modernas también cuentan con sistemas sofisticados de control de la calidad del aire y la humedad en las áreas de almacenamiento. Estos sistemas aseguran que el aceite de oliva se conserve en condiciones óptimas hasta que esté listo para ser embotellado y enviado a los consumidores.

 

 

En Aceites Albert, nos enorgullece ser parte de esta tradición, ofreciendo a nuestros clientes un aceite de oliva virgen extra de alta calidad, que encarna el sabor, la pureza y la riqueza nutricional que han hecho del aceite de oliva un pilar de la dieta mediterránea.