El consumo de aceite de oliva protege nuestra salud

El máximo exponente de las grasas monoinsaturadas es el aceite de oliva, componente fundamental de la dieta mediterránea. No es sólo una grasa culinaria de agradable sabor, que favorece el consumo de otros alimentos, sino que su valor nutritivo y sus beneficios para la salud han sido y son sobradamente demostrados, siendo aún objeto de numerosas investigaciones científicas para confirmar otros beneficios que tiene. El aceite de oliva virgen es un zumo natural que conserva el sabor, aroma, vitaminas y propiedades de la aceituna, siendo el único aceite vegetal que puede consumirse tal como se obtiene, sin tener que ser refinado ni manipulado químicamente.

El aceite de oliva está compuesto principalmente por ácido oleico, que representa alrededor del 75% del total, pero, además, es rico en vitamina A, D, K y sobre todo vitamina E, betacarotenos y otros antioxidantes. Aunque se trata de una grasa y, por tanto, de un alimento rico en calorías (9 kilocalorías por gramo), la experiencia demuestra que las poblaciones que toman diariamente 60 gramos de aceite de oliva tienen una vida sana y que su consumo dentro de una dieta equilibrada, sustituyendo a otras fuentes de grasa menos convenientes, no produce sobrepeso.

Según proyecciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud), la diabetes será la séptima causa de mortalidad en 2030. La dieta saludable como lo es la dieta mediterránea, rica en aceite de oliva, se ha convertido en una de las mejores opciones para la prevención y control de la diabetes. El consumo de aceite de oliva mejora las funciones metabólicas del organismo, en personas sanas desciende los niveles de glucosa en un 12%. El aceite de oliva virgen es antioxidante, su consumo ayuda a retrasar el envejecimiento de las células. Diversas investigaciones afirman que el aceite de oliva reduce el riesgo de enfermedades coronarias y algunos tipos de cáncer, además de ayudar a mantener baja la presión sanguínea y aliviar la artritis. Entre otras propiedades facilita la digestión, favorece la absorción de calcio y contribuye a mejorar el aspecto de la piel.

Referencia: International Olive Council