Aceite de Oliva y SALUD Cardiovascular

El aceite de oliva virgen extra es un verdadero «néctar», un deleite para el paladar que, incluso con unas pocas gotas es capaz de embellecer cada receta, pero no sólo eso. Las innumerables propiedades beneficiosas del aceite, producidas gracias al prensado de las aceitunas, se incluyen en la dieta diaria con numerosas ventajas para nuestra salud.

Sabemos desde hace mucho tiempo que las personas que consumen más aceite de oliva, a diferencia de otras fuentes de grasa dietética, están protegidas contra las enfermedades de las arterias y el corazón según el estudio de PREDIMED, pero los beneficios también se relacionan con la reducción del riesgo de desarrollo de ciertas enfermedades como la arteriosclerosis, la diabetes y la enfermedad de Alzheimer. Algunas investigaciones recientes han comenzado a descubrir las razones de por qué el aceite oliva ha sido, y continúa siendo, un fiel aliado de la salud cardiovascular ¡Conozcámoslas!

 

Aceite de oliva e hipertensión

La presión arterial alta, conocida como hipertensión, es un trastorno que afecta a muchas personas en España y en todo el mundo. Es una condición que debe ser monitoreada bajo estricta supervisión médica porque, si se descuida, puede promover enfermedades peligrosas.
A veces, la presión arterial alta no da lugar a síntomas claros y evidentes, por lo que las personas en riesgo deben mantenerse bajo control. Los hombres con sobrepeso y las mujeres mayores de 65 años que siguen una dieta alta en sal y que hacen poco ejercicio, periódicamente deben revisar su nivel de presión arterial. Los expertos sugieren que las personas mayores de 40 años midan la presión al menos una vez al año o más a menudo en el caso de factores que pueden promover la hipertensión.
Es importante evitar fumar y consumir alcohol, hacer ejercicio con regularidad, perder exceso de peso y no someter a su cuerpo a niveles excesivos de estrés.
También hay importantes recomendaciones nutricionales: en primer lugar, se recomienda seguir una  dieta mediterránea, rica en aceite de oliva, ajo, frutas, verduras, nueces y productos lácteos bajos en grasa, proteínas proporcionadas a través de la ingesta de pescado y pollo, limitando tanto como sea posible la carne roja.  Este tipo de dieta promueve la ingesta de potasio, calcio, magnesio, vitaminas y fibras antioxidantes, que ayudan a disminuir la presión arterial demasiado alta.
Los expertos sugieren que solo agregando dos cucharadas de  aceite de oliva virgen extra  a nuestra dieta todos los días, puede disminuir la presión arterial de manera constante en 8 semanas.

 

Aceite de oliva y riesgo trombótico

Con el fin de obtener efectos antitrombóticos, numerosos estudios sugieren que una dieta baja en grasas, con exclusión de las vegetales, es preferible a una dieta con muchas grasas particularmente si estas son saturadas. Teniendo en cuenta que la dieta mediterránea refleja estas características, es aconsejable en la prevención de la trombosis.
El aceite de oliva contiene una proteína que es capaz de protegernos de las enfermedades cardiovasculares porque inhibe la formación de agregaciones plaquetarias que pueden conducir a una trombosis que, en el cerebro o el corazón, puede causar un accidente cerebrovascular o ataques cardíacos.
El aceite de oliva virgen extra es un verdadero elixir de la salud, no solo por la presencia de fenoles, antioxidantes y reguladores de los agentes trombóticos. El estrés oxidativo postprandial para nuestro cuerpo también aumenta con las grasas saturadas, pero disminuye con las monoinsaturadas, como el ácido oleico.
La trombosis de hecho, consiste en la formación de trombos dentro de los vasos sanguíneos, causando la oclusión y, por lo tanto, dificulta la circulación sanguínea normal. Existen dos tipos, arteriales o venosas. Estas últimos son más frecuentes y afectan principalmente a las extremidades inferiores. Los trombos también pueden estar relacionados con la aterosclerosis.
Según los investigadores, la dieta mediterránea, y más concretamente su producto estrella: el aceite de oliva, no solo ayuda en la prevención de enfermedades cardiovasculares, también ayuda a nuestro cuerpo a evitar cualquier riesgo.

 

Aceite de oliva y dislipidemia

El término genérico dislipidemia indica alteraciones en la cantidad de lípidos circulantes en la sangre, en particular colesterol, triglicéridos, fosfolípidos, mucho más frecuentemente en el aumento (hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, hiperfosfolipidemia), y más raramente en la disminución.
La dislipidemia es una afección clínica en la que las altas concentraciones de lípidos están presentes en la sangre. Las dislipidemias son uno de los principales factores del riesgo cardiovascular.
El aceite de oliva virgen extra, consumido crudo para preservar todas las cualidades nutricionales, tiene efectos protectores contra las dislipidemias (reduce el colesterol malo, LDL, a favor del bueno, HDL) y la aterosclerosis. También reduce, entre otras cosas, el riesgo de ataque cardíaco e hipertensión, y es capaz de frenar el envejecimiento, especialmente por la composición en ácidos grasos y vitaminas (en particular E, A, D y K); también parece poseer propiedades antidiabéticas y antitumorales.
No hay ningún síntoma relacionado con el exceso de colesterol per se. Las dislipemias son un fenómeno silencioso hasta que causan patologías a nivel de los órganos diana: circulación cerebral, vasos retinianos, las arterias coronarias, los vasos renales, la arteria periférica. En esencia se puede decir que los síntomas de la dislipidemia son los de sus complicaciones cardiovasculares.
La mayoría de las veces, después de años de evolución de dislipidemia mal entendida o no sometida a medidas preventivas adecuadas (o tratamientos apropiados, si ya se conocen), se manifiestan síntomas o enfermedad manifiesta: angina de pecho, infarto, isquemia cerebral, retinopatía ateroscleróticas, etc.
Las dislipidemias pueden ser congénitas o adquiridas. En el primer caso son enfermedades hereditarias debidas a alteraciones de los genes que regulan el metabolismo de las lipoproteínas. Hay muchos tipos diferentes y son bastante frecuentes. Se estima que en la población general, aproximadamente una de cada 10 personas las sufre.
Se pueden adoptar algunas medidas no farmacológicas: dieta baja en grasa de origen animal (carnes rojas, queso, huevos); uso preferencial de aceites vegetales (aceite de oliva virgen extra primordialmente) con una proporción de ácidos grasos monoinsaturados / ácidos grasos saturados a favor de los primeros.

 

Aceite de oliva y aterosclerosis

El aceite de oliva virgen extra no solo es un precioso condimento, sino también un alimento indispensable para nuestra salud, ya que contrarresta la aterosclerosis y contribuye al bienestar del corazón y las arterias de una manera sana y natural. Averigüemos cuáles son las principales causas de esta enfermedad y por qué el aceite de oliva virgen extra es tan valioso en su prevención.
La aterosclerosis es una de las enfermedades más extendidas en los países industrializados, donde representa la principal causa de muerte. El riesgo de enfermar es más o menos el mismo para los hombres estadounidenses y finlandeses, mientras que es mucho menor para los hombres mediterráneos que, entre las grasas consumidas, incluyen un alto porcentaje de aceite de oliva.
Por lo tanto, el aceite de oliva virgen extra y la aterosclerosis están estrechamente vinculados. Su utilización en lugar de grasas animales, reduce en gran medida la presencia de colesterol LDL en nuestros vasos sanguíneos y lo reemplaza con colesterol HDL, el llamado colesterol «bueno». Gracias a sus propiedades, los mejores aceites extra vírgenes también pueden proporcionar a nuestro cuerpo una cantidad adecuada de grasas, esencial para nuestro bienestar físico. Por último, hay que destacar que la degustación de aceite de oliva suele reducir considerablemente la presión sanguínea, lo que a niveles elevados puede causar enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis.
El aceite de oliva es hipocolesterolémico: reduce la absorción intestinal del colesterol que contienen los alimentos y, dado el alto contenido de polifenoles, «limpia» la sangre y los vasos sanguíneos.
Es apropiado decir que el aceite de oliva virgen extra es un precioso aliado del corazón y las arterias. No hay mejor medicina que reemplazar las grasas animales que usamos todos los días en la cocina y llevar un estilo de vida saludable y equilibrado para combatir la aterosclerosis.

 

Aceite de oliva y patología coronaria

La patalogía coronaria (también conocida como enfermedad cardíaca isquémica) deriva de la acumulación de placas en las arterias coronarias. Estas arterias llevan la sangre oxigenada al músculo cardíaco.
Las placas restringen las arterias coronarias y reducen el flujo sanguíneo al corazón. Esta acumulación también aumenta la probabilidad de que se formen coágulos (trombos) en las arterias.  El trombo puede bloquear la sangre total o parcialmente.
Si se reduce o bloquea el flujo sanguíneo al músculo cardíaco, se puede presentar angina (dolor o molestia en el pecho) o infarto cardíaco.
Para prevenir la enfermedad coronaria, es esencial elegir un estilo de vida saludable: no fumar, no engordar, comer de manera saludable y tratar de evitar el estrés, controlar la presión arterial, la diabetes y el colesterol. Todo esto significa eliminar los «factores de riesgo modificables», es decir, situaciones que pueden dañar arterias coronarias y en las que podemos hacer algo. Porque desafortunadamente hay factores heredados. Si uno de nuestros parientes cercanos: padre, madre, hermanos o tíos ha tenido un ataque al corazón, aumenta el riesgo de que ocurra. Si estamos en esta condición de «riesgo hereditario», debemos prestar aún más atención a los factores de riesgo corregibles.
Un enfoque importante para la prevención secundaria de la cardiopatía coronaria implica un tratamiento de todos los factores de riesgo coronario también a través de la dieta. Existe muchas evidencias de que las dietas bajas en proteínas y los ácidos grasos saturados se asocian con niveles bajos de colesterol y tasas bajas de enfermedad arterial coronaria. Las dietas con alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados (como el aceite de oliva) proporcionan este beneficio a través de efectos directos sobre los factores de riesgo, pero también a través de efectos de protección directos como la actividad antioxidante.

 

 Y tú, ¿conocías los beneficios del Aceite de oliva en la salud cardiovascular? 

 
 

Bibliografía: Dapcich V, Salvador Castell G, Ribas Barba L, Pérez Rodrigo C, Aranceta Bartrina J, Serra Majem Ll. Guía de la alimentación saludable. Editado por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). Madrid, 2004. Camacho G. Beneficios del aceite de oliva. Rev Esp Nutr Comunitaria. 2001; 7(1-2):34-38. Sánchez-Muniz F J, Bastida S, Gutiérrez-García O, Carbajal A. Olive oil-diet improves the simvastatin effects with respect to sunflower oil-diet in men with increased cardiovascular risk. A preliminary study. Nutr Hosp. 2009;24(3):333-9. Puertollano M A, Puertollano E, Álvarez de Cienfuegos G, de Pablo M A. Aceite de oliva, sistema inmune e infección. Nutr Hosp. 2010;25(1):1-8.