Todos somos más o menos capaces de hacer patatas fritas… pero ¿somos tan buenos para hacerlas crujientes? O más bien, ¿somos capaces de hacer patatas fritas crujientes por fuera y sabrosas y tiernas por dentro? Si no sabes cómo responder a nuestra pregunta, aquí encontrarás algunos consejos para preparar unas patatas fritas perfectas.
Cómo hacer patatas fritas
10 Trucos para hacer unas patatas fritas perfectas
1) Compra las patatas correctas
No te preocupes, no vamos a pedirte que distingas entre los cientos de variedades de patatas existentes, pero al menos se debe elegir entre las patatas blancas, rojas o amarillas.
Las patatas de pulpa blanca, de hecho, ricas en almidón, son más propensas a desmenuzarse durante la cocción; característica que las hace ideales para preparar puré de patatas.
Para freír, mejor patatas amarillas o aquellas con piel roja, que contienen menos agua y almidón, y son mucho más compactas, lo que hará que mantengan su forma durante la cocción.
2) Pela las patatas y no olvides ponerlas en agua
El almidón es el peor enemigo de las patatas fritas crujientes, por lo que debemos tratar de eliminar la mayor cantidad posible antes de cocinarlas. Así que recuerda, una vez peladas, hay que introducir las patatas al menos 1 hora en agua fría (2 horas sería aún mejor), porque de esta manera podremos eliminar la mayor cantidad de almidón posible. Verás que el agua se vuelve opaca casi blanquecina.
3) Seca las patatas bien antes de freírlas
Una vez que haya terminado el «remojo», no olvides secar muy bien las patatas con un paño limpio, ya que el agua que queda en su superficie podría hacer que su fritura sea algo «explosiva»: ¿alguna vez has tratado de poner una gota de agua en aceite caliente? Si la respuesta es no… ¡Has hecho bien!
4) No cortes las patatas demasiado delgadas
Hacer patatas fritas crujientes no significa que estén secas o quemadas, por lo que no debemos cortar en palitos demasiado delgados, en la medida de lo posible, todas las patatas tendrán el mismo tamaño. Nuestro objetivo es que ese contraste tierno y crujiente de ambas texturas, para ello las patatas deben tener 1 cm de grosor.
5) Usa la sartén correcta para freírlas
¿Tienes una freidora? Úsala también, porque es muy cómodo, especialmente porque tiene un termostato, por lo que puedes establecer la temperatura correcta del aceite ¿Quieres preparar unas patatas fritas en la sartén? Si tiene la suerte de poseerla, usa una sartén de hierro vieja, del tipo que utilizaban nuestras abuelas, por así decirlo.
El hierro es perfecto para hacer que nuestras patatas fritas estén crujientes y en el punto correcto: primero porque tiene la propiedad de mantener constante la temperatura del aceite y luego porque ayuda al proceso de «caramelización» de los azúcares presentes en la superficie de las patatas, ayudando a crear una corteza que no tiene igual… ¡Pruébalo!
6) Elige el aceite para freír con cuidado
Hay muchos aceites para freír en el mercado, que tienen un alto punto de humo (es decir, comienzan a arder y producen sustancias nocivas solo a temperaturas muy altas, por lo que nos permiten freír de manera segura).
El aceite de orujo de oliva o el aceite de girasol alto oleico son excelentes para freír, y tienen una relación calidad-precio igualmente buena, pero, como siempre, el rey de la mesa es el aceite de oliva virgen extra, que, a diferencia de lo que muchos piensan, también es el rey de la fritura, porque tiene un punto de humo muy alto, es saludable y le da a la comida frita un sabor completamente diferente. Por supuesto, su precio es más alto, pero si tenemos que hacer algo, ¡es mejor hacerlo bien!
Si eres de los que suelen freír con bastante frecuencia y prefieres la comodidad de la freidora, en ese caso te recomendamos nuestra gama de aceites especiales para frituras: Casalbert I+d+I y Fusión Oro y Gold.
Desarrollados con la intención y la capacidad de convertirse en los aceites de referencia del sector de la fritura en España. Casalbert apuesta no solo por la calidad sino también por la salud ya que en su composición están ausentes las grasas saturadas y sí juegan un papel importante en su composición el Alto Oleico, el Omega3, el Omega9 y los Tocoferoles, asegurando así un alto contenido en el colesterol bueno HDL.
7) El aceite debe estar a la temperatura correcta
Para obtener patatas fritas crujientes, el secreto radica en sumergirlas en el aceite precalentado a la temperatura adecuada: solo de esta forma la corteza se formará instantáneamente en su superficie que, además de hacerlas deliciosas, las «sellará» y evitará que se impregnen de aceite. La temperatura adecuada para freírlas es más o menos alrededor de 180°. Si no tenemos un termómetro de cocina, mojaremos un palillo en el aceite, y si comienza a chisporrotear, significa que es hora de sumergir las patatas fritas.
8) No escatimes con el aceite
Para que se vuelvan agradablemente crujientes, las patatas fritas deben estar completamente sumergidas en aceite, por lo que si tenemos dudas, llenaremos la sartén sin tener miedo de exagerar. Para que las patatas se puedan freír de manera uniforme, otro truco es cocinarlas poco a poco, para que no se acumulen en la sartén.
9) Nunca uses tapas
Recuerda que el error más grande que puedes cometer al freír es cubrir la sartén con una tapa, de esta forma se liberará una gran cantidad de vapor de agua y, en lugar de patatas fritas crujientes, tendrá palitos empapados de aceite, que no gustan realmente a nadie.
10) Las patatas siempre se deben salar al final
Es un error que muchas personas cometen, y no hay nada peor que salar las patatas fritas antes de freírlas, porque la sal llamaría a toda el agua en su superficie, haciendo que las patatas se frían de forma incorrecta. Las patatas fritas deben ser saladas al final de la cocción, una vez escurridas y bien secas, colocándolas sobre papel de cocina absorbente.
Ahora que conoces todos los secretos para hacer que tus patatas fritas sean las mejores y las más crujientes ¡Solo podemos desearte una buena fritura y, sobre todo, un buen aceite para freir!