Consumo de Aceites de Oliva en el mundo

En 2020, el Consejo Oleícola Internacional decidió poner en marcha un estudio de comportamiento del consumidor para analizar el consumo de aceites de oliva. Cabe señalar que en los países adherentes al COI, el consumo efectivamente ha sufrido variaciones significativas en volumen y por grupos de países en los últimos años.

 

 

¿Qué ocurre en cuanto al consumo de Aceites Oliva en el mundo?

La Secretaría Ejecutiva del COI, a través de su Unidad de “Economía y Promoción”, realiza estudios de mercado y desarrolla análisis económicos y trabajos estadísticos enfocados al sector del aceite de oliva, así como al sector de la aceituna de mesa. Estos estudios son solicitados expresamente por los países miembros del Consejo Oleícola Internacional, con el fin de analizar el consumo de aceite de oliva en los respectivos países miembros.

Cabe señalar que los cambios en el consumo mundial casi se han duplicado desde 1990/91.

La principal característica de esta evolución es el crecimiento del consumo en los países no miembros del COI, consumo que ha aumentado de forma sostenida en las décadas anteriores del 14 al 30% del consumo mundial.

Por otro lado, el consumo dentro de la Unión Europea ha registrado una tendencia a la baja desde la campaña 2004/2005, pasando de alrededor del 70% del total mundial en 2004/2005 a alrededor del 50% en la actualidad.

Así, desde que el consumo de aceite de oliva comenzó a disminuir en la UE, en cambio ha aumentado en el resto del mundo.

 

Distribución del consumo de aceite de oliva

Por ello, se consideró necesario el estudio del comportamiento del consumidor para analizar las variables que intervienen en el consumo y comprender qué provocó su declive en algunos países.

El estudio consistirá en una revisión de toda la información publicada hasta la fecha sobre el consumo de aceites y grasas tanto a nivel nacional como internacional, y el análisis de información secundaria de fuentes públicas y privadas.

Los objetivos del estudio son múltiples

Un primer objetivo es analizar los cambios y tendencias en el consumo de aceites de oliva en los países miembros del COI en comparación con otros aceites y grasas comestibles para determinar si el consumo ha disminuido solo para los aceites de oliva o si ha habido una reducción general. En la medida de lo posible, el análisis se realizará en función de las distintas categorías de productos: aceite de oliva virgen extra, aceite de oliva virgen, aceite de oliva. También se examinarán los factores que afectan los cambios en los hábitos alimentarios, en particular los que afectan los patrones de consumo.

Otro objetivo del estudio es analizar el comportamiento de los consumidores de aceites y grasas comestibles en general, y de aceite de oliva en particular, en los países miembros del COI, con el fin de determinar:

• El uso doméstico del aceite de oliva (familias consumidoras, familias no consumidoras, familias que usan solo aceite de oliva, familias que usan tanto aceite de oliva como aceite de girasol, etc.

• Las razones para no usar aceites de oliva.

• Los aceites y grasas utilizados según los objetivos (fritura, aderezo para ensaladas, fritura, horneado, etc.

• Las razones para comprar o usar aceites y grasas para cada propósito.

• La imagen o percepción de los aceites de oliva según las cualidades o ventajas buscadas en la compra/consumo (precio, calidad, salud, medio ambiente, sabor, etc).

• Las condiciones de los puntos de venta y compra, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

• Las marcas.

• El nivel de conocimiento de los diferentes tipos de aceites de oliva del mercado.

• Fuentes de información sobre alimentación en general y aceite de oliva en particular.

• La sensibilidad del consumidor al precio y cuánto está dispuesto a pagar.

• Segmentos de mercado según variables sociodemográficas y psicográficas.

• La intención de volver a comprar cuando el consumidor ha dejado de comprar aceite.

El estudio, en marcha en el año 2020, abarcó España, Italia y Grecia, países donde el consumo ha disminuido drásticamente.

En 2021 el estudio incluyó a Argentina, Egipto, Túnez y Jordania.

En 2022 se completará el estudio y se estudiarán otros países.

El Consejo Oleícola Internacional anunciará más información en breve.

 

 

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