La importancia ambiental de los olivos

Además de su indudable valor antropológico y comercial, los olivos cumplen funciones ambientales valiosas, mitigando el cambio climático y actuando como oasis para la biodiversidad.

Los olivos han caracterizado el paisaje mediterráneo durante milenios y las primeras civilizaciones mediterráneas se desarrollaron a la sombra de sus ramas. Incluso hoy en día, estos increíbles árboles frutales, considerados unos de los cultivos más antiguos, juegan un papel esencial en la vida y la economía de varios países. Además de aportar el elemento principal de la dieta mediterránea, el aceite de oliva, y tener un alto valor cultural, los olivos tienen un valor ambiental excepcional y quizás poco conocido.

 

El valor ecosistémico de los olivos

Los olivos ofrecen servicios ecosistémicos esenciales, son capaces, por ejemplo, de contrarrestar los efectos de la erosión eólica e hídrica y la consiguiente pérdida de materia orgánica del suelo.

Los olivares más viejos, cultivados con métodos de bajo impacto ambiental, tienen características similares a los matorrales y bosques y, del mismo modo, juegan un papel estratégico para limitar la pérdida de suelo por frenar la desertificación.

Éstos olivares centenarios son una especie de punto de encuentro entre un entorno salvaje y una zona de cultivo intensivo, por lo que constituyen zonas con niveles intermedios de naturalidad que actúan como amortiguadores de zonas agrícolas cada vez más antropizadas, representando un valioso refugio para la biodiversidad.

 

Los olivos como ecosistemas

Entre el follaje de los olivos, sus nudosos troncos ricos en cavidades y sus imponentes raíces, encuentran refugio y sustento una gran variedad de especies animales. A diferencia de otras formas de actividad agrícola, que suelen conducir a un empobrecimiento de los hábitats, los olivares explotados con métodos tradicionales representan un entorno seminatural y cumplen una importante función ecológica.

Los olivares milenarios, representan un auténtico reservorio de biodiversidad para las especies animales y vegetales. De los olivares depende la supervivencia de algunas especies vegetales endémicas, amenazadas por los cambios de uso del suelo y el abandono de las zonas rurales.

Los olivos albergan numerosas especies animales, empezando por una rica fauna de artrópodos. La abundancia de insectos y la variedad vegetal atraen a un gran número de aves, se han encontrado más de treinta especies, tanto invernantes como nidificantes.

LA EXTRAORDINARIA SINERGIA ENTRE EL ACEITE DE OLIVA ECOLÓGICO Y LAS ABEJAS

 

El olivar también es frecuentado, sobre todo en los meses de invierno, por un gran número de mamíferos, entre los que destacan el erizo europeo, el zorro y el murciélago enano. La herpetofauna monitoreada entre los olivos también es particularmente rica e incluye numerosas especies, como la salamanquesa común, la lagartija de campo y la rana arborícola.

 

¿Por qué los olivares están tan llenos de vida?

La gran cantidad de animales salvajes que anidan, hibernan y se alimentan entre los olivos se explica por los antepasados de estos árboles milenarios. De hecho, el olivo no es más que la forma injertada del acebuche, un elemento fundamental de la vegetación silvestre, uno de los principales tipos de ecosistemas mediterráneos.

 

La flora del ecosistema del olivar tiene un parecido excepcional con la flora de los ecosistemas mediterráneos, asegurando las condiciones para la existencia de multitud de hábitats para los animales. El mérito, sin embargo, también es de la sabiduría humana que dio vida a los olivares centenarios, tratando de crear un equilibrio entre el medio ambiente y los cultivos para minimizar la necesidad de intervención humana y elevar el nivel de biodiversidad.

 

 

Cómo cambian los olivos con el cambio climático

El aumento global de las temperaturas supone una amenaza, especialmente en algunas zonas del Mediterráneo. El cambio climático sin duda está afectando negativamente al cultivo del olivo y comprometiendo la calidad de las aceitunas.

La tropicalización del clima vigente desde hace aproximadamente una década, caracterizada por el aumento de las temperaturas y la humedad, favorece la propagación de la mosca del olivo. Estos insectos son una de las principales amenazas para los olivos.

No obstante, estas plantas extraordinariamente longevas, capaces de soportar las adversidades ambientales, pueden ayudarnos a frenar los efectos del calentamiento global.

 

Olivar ecológico es aún mejor

El aceite de oliva virgen extra es la grasa más utilizada en la dieta mediterránea y cuenta con numerosas propiedades beneficiosas para nuestro organismo. En los últimos años, el consumo de aceite de oliva virgen extra ecológico en España, está en constante crecimiento. A diferencia del aceite tradicional, el aceite de oliva ecológico se produce sin recurrir a fertilizantes químicos sintéticos y pesticidas y ayuda a proteger el medio ambiente y reducir las emisiones de CO2.

 

Desde un punto de vista cualitativo, un aceite ecológico no siempre puede ser mejor que un aceite tradicional, pero ciertamente ha tenido un impacto menor en los ecosistemas. En España se cultivan unas 222.722 hectáreas de olivar ecológico, distribuidas principalmente entre Andalucía (88.691 ha.), seguida de Castilla-La Mancha (74.153 ha.), Extremadura (29.131 ha.), Cataluña (8.870 ha.), Comunidad Valenciana (5.589 ha.), Murcia (4.583 ha.), Aragón (4.419 ha.), Madrid (3.716 ha.), Baleares (1.055 ha.), Navarra (813 ha.), La Rioja (736 ha.), Castilla y León (697 ha.), Galicia (179 ha.), Canarias (61 ha.) y País Vasco (24 ha.).

 

 

 Y El olivar, tradicional o ecológico, es sin duda un importante aliado del medio ambiente.